Según explicó en una entrevista concedida a radio Imperio, el anecdótico caso se produjo al momento en que se iba a iniciar el juicio oral, cuando su representado le comunicó que él tenía un abogado particular al cual los familiares del mismo ya le habían abonado todos sus honorarios y que él no confiaba en ella.

Ante esta situación, la defensora pública comunicó el hecho al actuario, y  éste a su vez a la Presidente del Tribunal  quien se encargó de comunicar al procesado, Miguel del Padre Ocampos, que la personería jurídica del abogado particular se había cancelado, por lo que no tuvo más opción que aceptar la defensa de la abogada Gladys Escobar.

De esa forma, a pesar de que el procesado Miguel del Padre Ocampos le había manifestado a su abogada defensora que no quería tenerla a su lado, se inició el juicio oral y la abogada Gladys Escobar, cumpliendo con labor que le compete, logró a través de trámites procesales y pruebas, la absolución de su defendido.

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