Pedro Juan Caballero - Friday, 08 de December de 2023 |
La cabecera norte de nuestro viejo aeropuerto, porque así todos lo llamábamos, se hallaba ubicada donde hoy está el Palacio de Justicia, y su límite, alambrado por cierto, era la calle Cerro León, en tanto que la cabecera sur, a 1.800 metros hacia el sur, o la bajada, porque la pista de aterrizaje era una pendiente de 70 metros entre una cabecera y otra, limitaba, igualmente alambrado de por medio, con lo que hoy día la calle Toledo en el barrio Obrero, y en esa misma cabecera, al costado derecho yendo de norte a sur, se encontraba una amplia plataforma y dos construcciones de madera que servían de base para la Escuela de Pilotaje, que luego se convirtió en un puesto salud, futuramente en hospital “San Juan Pablo II” y la iglesia de los mormones.
Volviendo a la vetusta aeronave, dicho sea de paso, una de las más seguras jamás construidas, venía todos los días, de lunes a sábado, desde Asunción a Pedro Juan Caballero y regresaba una y a veces hasta dos horas después, en verano y primavera en horas de la mañana, y en otoño e invierno en horas de la tarde, excepto los sábados que solo venía en horas de la mañana, y si las inclemencias del tiempo no eran favorables o si la densa niebla limitaba a cero la visibilidad, sencillamente no venía.
Como en aquellos tiempos viajar por las rutas 5 y 3 de tierra, 400 kilómetros desde Coronel Oviedo a Pedro Juan Caballero, no era fácil ni rápido como hoy día, los periódicos de la capital del país, que no eran tantos como ahora, venían en los vuelos de TAM, y eran distribuidos por Librería 4 Caballeros, de don Apolonio Jiménez, como sigue siendo en la actualidad.
Aún así, quienes tenían apuro por ser los primeros en leer las noticias, llegaban temprano a la terminal aérea a esperar el vuelo de TAM, y hacían pasar el tiempo tomando un tereré o compartiendo una amena charla con el operador de radio, el suboficial de aviación, Antonio Fariña, quien les informaba a cada instante, en minutos de vuelo faltantes, la ubicación de la aeronave. Cuando ya faltaban no más de 10 minutos, la reunión se trasladaba alrededor de la camioneta Ford Pickup Rural de don Apolonio guiada por él o uno de sus hijos, en donde agardamaban un ejemplar de cada medio para nutrirse de información, y un detalle, si era lunes, la lectura comenzaba desde atrás, léase, noticias deportivas. Igualmente, los canillitas dejaban su improvisado partidí y se acercaban ansiosos para aguardar y retirar los periódicos y salir rápidamente a distribuirlos.
Esa era entre otras cosas la rutina del aeropuerto y el legendario DC 3 de TAM que ahora solo vive en la memoria de quienes los conocieron y en tomas fotográficas que los inmortalizan y que nos hace recordar lo fácil, rápido, práctico y económico que era viajar a Asunción, no como ahora, que debido al alto costo del pasaje, cualquier intento que hubo de hacer funcionar una línea aérea usufructuando el aeropuerto con pista asfaltada de 1.800 metros y una base de operaciones, ubicado a 16 kilómetros de la ciudad ha fracasado, lamentablemente.
Antes de finalizar, no podemos dejar de mencionar al menos a dos de los que por varios años fueron agentes de TAM en Pedro Juan Caballero, el héroe de la Guerra del Chaco, Tte. Aníbal Zotti y don Blás González Ravetti.
“Radio Imperio FM, rescatando nuestra historia”