"Nadie destituyó al Dr. Shuji Okinaka. Pedimos que fuera separado como Jefe de Terapia de Adultos. Seguirá parte del plantel médico. No puedo arriesgar a 500 pacientes, al crear una unidad especial para COVID dentro del hospital sin que la directora médica o yo tengamos conocimiento”, indicó Yolanda González, directora del Hospital Nacional de Itauguá,

A esta situación se suma, según acusó, que el hombre divulgó fotografías de una paciente embarazada, haciéndola pasar por un caso de COVID-19.

"No podemos estar trabajando con gente que ni en broma está generando una alarma al personal. Eso generó un terrible revuelo en el hospital. Sacó fotos de una paciente y se envió en el grupo de WhatsApp diciendo que era su primer caso positivo. Es hacerle bullying a una embarazada de 7 meses que en realidad tenía neumonía. Tenemos todas las capturas", denunció.

"Le dijimos que si él no puede trabajar en equipo, se le debe separar del cargo. El Dr. Okinaka siempre está buscando la vuelta. He luchado por el hospital desde el inicio. Hace 30 años que estoy. Pasé 4 epidemias", dijo.

Sobre la supuesta renuncia de treinta terapistas, González indicó que en su escritorio no se presentó dimisión alguna.

Por su parte, el ministro Julio Mazzoleni indicó que esta destitución del cargo responde a una discrepancia en la línea de comunicación y falta de confianza de sus superiores.

“Existe una falta documentada del exjefe de Terapia del Hospital de Itauguá lo que generó una falta de confianza de la directora", indicó la autoridad de Salud en conferencia de prensa.

La hija del hoy ex Jefe de Terapia de Adultos del Hospital Nacional de Itauguá, doctor Shuji Okinaka, lamentó que hayan destituido a su padre por simplemente denunciar la precariedad y la falta de insumos en el lugar. A raíz de esto hay una treintena de médicos renunciantes.

“Él es mi papá, mi héroe de bata blanca, profesional con todas las letras, mi orgullo, mi ejemplo a seguir, una persona intachable; recto, respetuoso, justo, una persona que ama su profesión”. Así describió Cecilia Okinaka a su padre, Shuji Okinaka, hasta ayer jefe de Terapia de Adultos del Hospital Nacional de Itauguá.

La explicación que le dieron al doctor para justificar su destitución fue por causar pánico en sus colegas y por montar un consultorio sin previo aviso a la administración para atender los casos de pacientes que llegan con cuadros respiratorios, tos seca y fiebre.