Don Mario Ortiz Bazán, el patriarca de una tradicional familia pedrojuanina
Fecha: 2024-04-09 15:34:46 PM
HISTORIA DE VIDA: Hoy martes 9 de abril, cumple 90 años de vida, don Mario Ortiz, nacido en la ciudad de Horqueta el 9 de abril de 1934, en donde pasó toda su infancia y juventud, la cual tuvo que abandonar tras la Revolución del 47 a causa de conflictos y desavenencias personales de su padre, don Gorgonio Ortiz con miembros de una familia de apellido Lugo, 3 hermanos, involucrados en casos de abigeato, lucha esta que derivó en la muerte de don Gorgonio Ortiz.


Durante la Revolución del 47, las fuerzas leales al Gobierno atacaron primeramente Horqueta y luego Concepción, en donde Karaicho y Félix Ortiz, junto a otros, estaban atrincherados cerca del arroyo Espajin conteniendo el avance, mientras Mario, entonces con 13 años, era el encargado de acercar víveres a los revolucionarios desde una matadería.

A raíz de estos acontecimientos, su madre, doña Poli, y sus hermanos, Karaicho, Tito, Celina, tuvieron que dejar la ciudad de Horqueta, dejando atrás todo tipo de bienes, granja, chacra y ganado, dirigiéndose hacia la compañía Belén Cue, hospedándose en la granja de la familia Pimentel, hasta tanto culminara la ocupación de sus tierras confiscadas. Mientras tanto, algunos fueron a Bella Vista, dirigiéndose luego a Aquidauana, Brasil, ciudad en donde más tarde, ya como residentes, en la década de los años 80, fundaron la “Asociación de Residentes Paraguayos de Aquidauana” (ARPA).

Por su parte, Mario y Tontín se quedaron en Horqueta afrontando muchos problemas que les ocasionaban las autoridades de aquel entonces a las personas de antes de la revolución, hasta que un día, el pasado luctuoso con la familia Lugo, que le había costado la vida a don Gorgonio Ortiz, una herida que nunca cicatrizó, volvió a aflorar, cuando durante una fiesta bailable, los hermanos Lugo y un primo de ellos, armaron una gresca en una casa, propiedad de un pariente de los Lugo. El local, una suerte de Bar Bailable, estaba custodiado por un Comisario y 3 gendarmes, aliados de los Lugo por cuestiones políticas, aún así, ocurrió la desgracia, Mario y Tontín fueron expulsados de la fiesta y allí empezó la trifulca en la que muchos resultaron heridos, debiendo los hermanos Ortiz huir del lugar a pie.

En la huida, cruzaron Paso Ingá caminando durante toda la noche, llegando en horas de la madrugada a la casa de Leandro Díaz, primo de ambos, en donde permanecieron esperando noticias y novedades. Hasta el lugar, llegó Alfredo Areco trayendo ropas y provistas. Iniciaron así una larga y penosa travesía, pasando por el bosque de Sepingo, Totora, Cuartelero, hasta llegar a la Estancia Guaraní, donde Mario encontró a su amigo de infancia, el capataz y mayordomo, Genaro Elizeche. Pernoctaron en el lugar, y al día siguiente, montando dos caballos proveídos por el buen amigo, partieron guiados por un baqueado, que los guió hasta un sendero de tropas, llegando luego a Bella Vista.

Siguieron la travesía cruzando el río Apa del lado brasileño, dirigiéndose hacia la ciudad de Jardin, Campo Grande, donde abordaron el tren pasando por Miranda, Serra de Bodoquena, Bernarda, Crescencia y Capitán Giménez en donde se quedaron para luego ir a Isla Margarita y Puerto Murtinho junto con Leandro, en tanto que Karaicho regresó al Paraguay afincándose primeramente en Chirigüelo y finalmente en Pedro Juan Caballero.

Después de ancar cerca de 10 años por la región del Pantanal, Mario, Tontín y Félix, en 1958, regresaron al Paraguay, no sin antes permanecer un tiempo en Antonio João (Colonia Calpestre – Penzo) y luego Ponta Porã en donde estudiaron cuál sería la mejor forma para retornar.  En Ponta Porã, se hospedaron Pensión Noroeste de la familia de Cesar Gonçalves (ex jugador del 2 de Mayo y Campeón del 65 con Amambay), trabajando en  Calzados Universal de Hermes Acevedo (ex camarada). Ya establecida casi toda la familia en Pedro Juan Caballero, Mario adquiere un terreno cerca del actual Casino Amambay donde forma su propio negocio, un tiempo después, regresa a Concepción como jugador integrante de la selección de fútbol de Amambay.

Después de algunos años, en 1961, se presenta, previo pacto entre las autoridades deportivas y políticas, ante el Juzgado para limpiar su prontuario relacionado con la gresca protagonizada en su ciudad natal muchos años atrás. Quedó detenido por 8 días hasta salir en libertad y foja limpia.

En 1964 regresa a Horqueta en donde finalmente cae en las redes de Cupido, contrayendo nupcias con la señorita Teodosia Díaz, quien lo aguardó durante todo ese tiempo. Una vez casados, regresan a Pedro Juan Caballero, pero esta vez ya acompañado de sus cuñados, Quelá. Emilio, Timo, Quencho y sus esposas, profesoras normales de Concepción, Mirian Bogarín y Clara Desvars, que fueron las primeras profesoras de la Escuela Básica 290 “Defensores del Chaco” y Normal de Profesores.

Por su parte, su esposa, la profesora doña Teodosia Díaz e Ortiz, estuvo al frente de la legendaria Academia de Corte y Confección “Teniente”, formadora de calificadas profesionales en el área de la costura, la confección, peinados y cortes de cabello. Mario, junto con un amigo, y su compadre, José Luís Martínez, padrino de su hijo Milciades, crearon una red de zapaterías sobre la línea internacional.

Pionera de un Barrio y fundadora de un emblemático Club de fútbol

La familia Ortiz, es una de las primeras pobladoras del barrio Mariscal Estigarribia, lo que la convierte en un de las Pioneras. De igual manera, haciendo honor al barrio, como deportistas amantes del fútbol, se constituyeron, junto a otros entusiastas deportistas, en los fundadores del emblemático Club Mariscal Estigarribia, el de la “Banda Roja”, que en pocos años se llegaría convertir en el más popular, y una cantera de grandes jugadores, tales como; el propio Mario Ortiz, Alejandro, Félix, Elpidio, Celso, Liborio, Liduvino, Juan Carlos, Milciades y Carlitos Ortiz, entre otros que, a medida que iban llegando, fueron siendo reemplazados por sus hijos, nietos y hasta bisnietos, todos ellos, desde los años 60 ya nacidos en Pedro Juan Caballero.

Esta es, en resumen, la apasionante historia de vida de don Mario Ortiz quien hoy martes 9 de abril está cumpliendo 90 años de lucha constante, con más luces que sombras, pero por sobre todo, cargada de mucho amor hacia él y un testimonio de vida apasionante que aun falta terminar de relatar, por que la historia, la historia, debe continuar.

Datos: Milciades Ortiz Díaz

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