Según profesionales del IML, la carbonización de los cuerpos fue provocada por la explosión seguida de incendio tras la caída, tras las muertes.

El avión modelo ATR-72 que salió del aeropuerto regional de Cascavel, en Paraná, con destino a Guarulhos, cayó cuatro mil metros en apenas dos minutos en el interior de São Paulo.

Los motores y otras piezas importantes para la investigación ya fueron retirados del lugar del accidente y enviados a una unidad de la Fuerza Aérea Brasileña en el aeropuerto Campo de Marte, en la capital de São Paulo. El análisis de los componentes junto con la extracción de datos de la caja negra, incluidos los diálogos entre piloto y copiloto, permitirán revelar si hubo algún fallo en la aeronave.

Se deberá emitir un informe preliminar sobre las causas del accidente en un plazo de 30 días.

Según los expertos, la principal hipótesis es que una formación de hielo hizo que el avión perdiera velocidad y sustentación, cayendo en picada.

“Es posible que la formación de hielo haya contribuido al accidente, pero no haya sido la causa. No podemos descartar nada, incluso podría ser que el motor fallara”, explica el experto aeronáutico Daniel Kalazans.

El modelo ATR-72, fabricado en Francia, cuenta con dos mecanismos para combatir el hielo: uno que calienta partes del avión y otro que rompe el hielo, mediante una capa de goma que se infla. El piloto es el responsable de activar estos sistemas.

Problemas del motor

Según un informe del Cenipa (Centro de Investigación de Accidentes de la Fuerza Aérea Brasileña), el 11 de marzo de este año, en el aeropuerto de Salvador, el mismo avión que se estrelló en Vinhedo presentaba un nivel bajo de aceite hidráulico, lo que indica problemas en el motor, y un contacto anormal. entre la aeronave y la pista en el momento del aterrizaje.

Voepass aún no ha aclarado qué tipo de reparaciones se llevaron a cabo, limitándose a afirmar que el avión estaba en condiciones de volar.

BAND