La celebración se inició el día antes, sábado 28 de febrero con un gigantesco festival denominado “La Noche Antes”, a cargo de la Embajada Artística del Ministerio de Defensa Nacional, que se prolongó hasta las primeras horas de la madrugada el domingo 1 de marzo.

Ese domingo 1 de marzo, al despuntar el alba, desde el sur asomaban en el horizonte los legendarios aviones DC 3 del Transporte Aéreo Militar (TAM), que trasportaban a efectivos militares y autoridades provenientes de Asunción. Estas vetustas, pero seguras aeronaves, formaban, junto con otras aeronaves particulares de menor porte, un verdadero festival aéreo. Resultó divertido ver como, una detrás de la otra, iban aterrizando, y al hacerlo, levantaban una densa polvareda de color rojo, que demoraba algunos minutos para disiparse por falta de viento.

Todo presagiaba una hermosa mañana, fresca y a pleno sol, que hacía más llamativo el paisaje, resaltando los majestuosos cerros que rodean el lugar, y que le dan justamente la denominación que lleva ese sagrado rincón de la patria, Cerro Corá.

Primero el Paraguay y luego Cerro Corá

Por alguna razón desconocida, o al menos no contada, para no evidenciar lo que podríamos considerar una “indebida apropiación”, así como sucedió con el Paraguay en la post guerra, en que el Brasil y la Argentina, se apropiaron de más de 150.000 km2 de nuestro territorio, el parque nacional Cerro Corá, pasó del día a la noche, como por arte de magia, de tener 12.038 hectáreas, hasta el 11 de febrero de 1976, pasó a tener 5.538 hectáreas, según Decreto Nº 20.698 de esa fecha, en que fue declarado Reserva para Parque Nacional. Definitivamente, alguien se “tragó” o “negoció” las 6.500 hectáreas faltantes, que de seguro se convirtieron en estancias aledañas al Parque.

Las imágenes que ilustran esta crónica, fueron extraídas de la página de Facebook (Fotografía del Amambay), donde no indica quien sería el poseedor de los derechos, a quien desde ya agradecemos.

Radio Imperio 106.7 FM