COMENTARIO: El 8 de octubre de 2017, por la 12ª fecha de Torneo Clausura, se enfrentaban en el estadio Río Parapití, Olimpia y Sol de América. Era una soleada tarde de domingo, y el estadio estaba repleto de hinchas del club Olimpia. Todo daba a entender de que sería una hermosa fiesta deportiva, como le gusta al público pedrojuanino.

En los sectores, Graderías Norte, Plateas y las preferencias laterales, Sur, Central y Norte, estaban los al menos 15.000 hinchas pedrojuaninos, y en Graderías Sur, los hinchas venidos desde Asunción, incluidos los belicosos y desubicados, autodenominados “barras bravas”.

Se jugaban los 8 minutos iniciales, cuando de repente, en las Graderías Sur, grupos de “barras bravas” enemigos entre sí, iniciaron una verdadera batalla campal, dejando atrapados a otros hinchas que nada tenían que ver, entre los que había mujeres y niños, sin poder huir, tal es así que hubo muchos heridos.

El entonces mayor referente del Decano, Roque Santacruz, trató de calmar los ánimos y fue igualmente incriminado, y si no fue agredido, fue porque hasta ese momento no habían derribado la alambrada del sector sur.

Mientras eso pasaba, los cerca de 15.000 hinchas pedrojuaninos, civilizados como son, observaban atónitos y en silencio la triste escena. Por razones obvias, el árbitro del encuentro suspendió el partido que posteriormente terminó de jugarse en Asunción, y aunque dijeron que se devolvería el importe de las entradas, tal cosa no ocurrió, al menos con la gran mayoría, ya que fueron muy pocos los que conservaron sus boletas de entrada para poder canjearla.

En esta oportunidad, por como se presenta el panorama, con Olimpia pudiendo consagrarse campeón del Torneo Clausura 2024, dependiendo de una victoria, o en su defecto de una combinación de resultados, los sectores destinados al público pedrojuanino, hincha o no de Olimpia, estarán totalmente copados, como sucedió aquel 8 de octubre de 2017.

De igual manera, el sector sur estará totalmente copado, y es allí, donde la Policía debe  realizar un estricto control, más específicamente, sobre aquellos que por su peculiar aspecto, forma de vestir y de comportarse, son los identificados como “barras bravas”, que si bien no son más de 500 o 1.000, ante un eventual y nuevo enfrentamientos, pueden llegar a poner en peligro la integridad física de los demás hinchas (5.000) que irán en ese sector con el único objetivo de alentar a su Club.

Por el bien del deporte, el fútbol, el espectáculo y la convivencia en armonía, lo de Olimpia y Sol de América, de aquel 8 de octubre de 2017, por ninguna razón, debe volver a repetirse.

Radio Imperio 106.7 FM