Pedro Juan Caballero - 10 de June de 2023 |
La primera institución mencionada, se encuentra en deplorable estado de conservación, con techos, canaletas, ventiladores de techo a punto de caerse, patio sucio convertido en un basural y otras falencias, que según el Director, no se pueden solucionar por no recibir del Estado los rubros necesarios.
Sin embargo, existe una comisión de padres de alumnos denominada Cooperadora Escolar que cada año recauda en concepto de matricula con la fachada de “aporte voluntario”, entre comillas, porque termina siendo obligatorio, ya que a aquellos que están mora, se les niega la entrega de la libreta de calificaciones y otros documentos de sus hijos.
De igual manera, recientemente se publicaron imágenes y el pedido de socorro de la Directora de la Escuela Básica Nº 710, reclamando la falta y la reparación de sillas y pupitres por carecer de rubros provenientes del Estado, cuando todos saben, que a razón de 15 o 20 mil en concepto de “aporte voluntario” por alumno, en una institución de al menos 800 alumnos, la Cooperadora Escolar, en concepto de matrícula, de seguro habrá recaudado la cantidad de dinero suficiente para solventar al menos estas necesidades básicas. Igualmente, y quizá con un número mucho mayor de alumnos, se encuentra la escuela y colegio nacional Cerro Corá, y por ende, una recaudación mucho mayor.
Estas realidades por las que pasan las instituciones educativas, dan pie a las preguntas de, ¿qué hacen las cooperadoras escolares con el dinero que recaudan?, ¿rinden cuenta de lo recaudado?, y si lo hacen, ¿a quién o a quiénes lo hacen?. En lo que respecta a los padres de familia y a la población en general, nunca no se tuvo conocimiento de alguna rendición pública de cuentas de lo recaudado y las inversiones realizadas por las cooperadoras escolares.
Amambay Digital