El alevoso crimen que agitó la mañana de este sábado 7 de agosto, se produjo en el interior de una vivienda ubicada en el barrio Mcal. Estigarribia de esta ciudad, en donde horas antes, su propietario y víctima fatal, Carlos Rubén Sánchez, alias “Chicharõ”, estaba compartiendo con un grupo de amigos que se retiraron un par de horas antes del criminal atentado.

Carlos “Chicharõ” Sánchez, ex diputado suplente de la ANR por Amambay y considerado jefe narco por la SENAD,  aunque nunca pudieron comprobarlo, fue preso y procesado por lavado de dinero, motivo por el cual estuvo recluido por 6 meses en el Penal de Tacumbú junto con su hermano, el abogado Ardonio Sánchez y se hallaba respondiendo el proceso en libertad.

En aquel entonces, era candidato a Intendente de Capitán Bado, y por estar impedido fue reemplazado por su hermano Denilso Sánchez quien resultó electo y ahora está completando su periodo como Intendente de dicha ciudad. Entre ambos, no hace mucho tiempo, tuvieron algunas desavenencias e incluso hubo denuncia de amenazas de muerte, supuestamente en contra de “Chicharõ”, quien sufrió un atentado el 27 de diciembre de 2019 en un camino vecinal de Capitán Bado del cual pudo escapar ileso internándose en el monte.

Alguien pudo haber vendido la información

Según explicó a los medios de prensa el comisario Silvino Jara de la Dirección Policial de Amambay, el grupo de sicarios, unos 8 aproximadamente, llegó hasta el domicilio haciéndose pasar por agentes de la SENAD y fueron atendidos por la empleada doméstica quién les abrió el portón luego de escuchar el timbre.

La mujer fue reducida por los sicarios, quienes en pleno conocimiento de las dependencias de la vivienda, sin dudar se dirigieron derecho al dormitorio donde se encontraba la víctima, que al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, intentó escapar pero en una esquina de la habitación  fue acribillada a balazos disparados con armas de fuego de diversos calibres, incluso escopeta, al más puro estilo de los temibles cárteles que operan, tanto en México como en Colombia.  

El rápido y preciso accionar del grupo de sicarios, hace suponer alguien les pudo haber  vendido la información en detalles, ya que actuaron sin cometer equivocaciones, incluso sabiendo que los dos policías que hacían guardia por orden judicial estaban de permiso y que en el fondo de la vivienda se encontraban descansando los tres guardias privados contratados por el propio “Chicharõ”.

Aunque se desconoce y no se conocerá nunca a los responsable del sangriento crimen, todo indica que se trató del tristemente célebre ajuste de cuentas entre “narcos”, más aún teniendo en cuenta los dos conocidos grupos criminales brasileños que operan en las fronteras de Pedro Juan Caballero y Capitán Bado.

Efectos colaterales no muy graves

Como siempre sucede en estos casos, podemos señalar como efectos colaterales, el impacto de  proyectiles disparados por los sicarios, que acusó la patrullera de la Comisaría 1ª que iba llegando al lugar justo en el momento en que los mismos estaban abandonando el lugar, como así también la herida de refilón en la pierna que acusó el efectivo policial identificado como, Nelson Pavón. Un par de horas más tarde, se encontró en la colonia Cerro Corá’i un automóvil totalmente incinerado, que se supone fue utilizado por los sicarios.

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Amambay Digital