“Está prohibido, desaconsejado, todo rito funerario queda prohibido durante la pandemia”, reiteró el médico forense Pablo Lemir, en comunicación con el canal Gen.

En cuanto a la comparación que muchos pretenden hacer sobre la aglomeración que se genera en un bus y la menor cantidad de gente que podría haber en un velorio, Lemir explicó que la diferencia radica en las características de ambas actividades.

Mientras en el trasporte público prácticamente no existe interacción, ya que los pasajeros no se conocen, en los velorios lo normal es que la gente esté sufriendo, llorando y haciendo contacto físico mediante abrazos, besos e intercambios de fluidos.

Debido a esto, a nivel mundial se prohíben los velatorios, pues es muy poco probable se desarrolle solamente entre quienes viven en la casa o forman parte del mismo núcleo, sino por el contrario, será casi inevitable que lleguen primos, tíos, amigos, etc.

Como ejemplo citó al militar que custodiaba un albergue de Ciudad del Este, pero que fue hasta su pueblo natal San Roque González, donde además de participar de varios eventos festivos, también estuvo en un velorio. A partir de él se produjo un contagio masivo.

Cuando el fallecido es un caso positivo de coronavirus, la mirilla de vidrio del cajón desaparece y se procede directamente al cierre total.