El caso que tomó estado público y que generó el repudio masivo de parte de la comunidad, se registró el pasado miércoles 30 de julio en la fracción San Francisco de barrio Gral. Genes de esta ciudad, cuando el ahora procesado, Pablo Cesar Oviedo Martínez, llegó hasta el domicilio de su ex pareja, Raquel Algarín, paraguaya de 28 años de edad, y arma blanca en manos, tras propinarle golpes de puño  le infligió varias heridas cortantes con intenciones de asesinarla, pudiendo la mujer haberse salvado de milagro.

Árbol que crece torcido…….

El agente fiscal, José Luíos Torres, interino de la Unidad Penal Nº 3 del Ministerio Público, se refirió al imputado y ahora procesado, recordando que el mismo tiene una causa abierta anteriormente en su Unidad por el hecho punible  de violencia familiar  en el que había resultado víctima la misma mujer, quien cometió el grave error que casi le costó la vida, de acercarse a la Unidad Fiscal, para solicitar ella misma que su concubino que la agredió físicamente, sea beneficiado con medidas menos gravosas, y ensayó una coartada diciendo que apenas se trató de un “mal entendido”, lo que permitió que el sujeto se beneficiara con medidas sustitutivas a la prisión.

Finalmente, como árbol que crece torcido jamás su tronco endereza y donde hubo fuego cenizas quedan, el malentonado sujeto al parecer regresó junto a su ex pareja, pero esta vez no para protagonizar otro “mal entendido”, sino para golpearla con más violencia que le vez anterior,  y por su forma de actuar, para asesinarla.

Informe: Ángel Recalde